Ahora tengo ke matar a mi madre!
Un ensayo de Bruno Bettelheim
Freud acuñó el término «complejo de Edipo» para describir el tumulto de ideas, emociones e impulsos, todos en gran parte o por completo inconscientes, que giran alrededor de las relaciones que el niño establece con sus padres. Es imposible comprender la razón de que Freud eligiera este término –esta metáfora– si no se conocen los principales detalles de la historia de Edipo Rey, de Sófocles. La historia comienza con el trauma psicológico y físico de un niño, por obra de quienes deberían ser sus primeros protectores: los padres. El niño Edipo (nacido de Layo y Yocasta, reyes de Tebas, que han sido advertidos por un oráculo de que su hijo está destinado a matar a su propio padre) es mutilado –atravesándole los pies con un clavo– y mandado a matar. Al salvarse de esta temprana muerte, Edipo es criado por los reyes de Corinto y crece creyéndolos sus verdaderos padres. Un día, cuando alguien le dice que no lo son, Edipo queda tan preocupado que consulta al Oráculo de Delfos. El oráculo le dice lo mismo que les habían dicho a sus verdaderos padres: que asesinaría a su padre y se casaría con su madre.
Abrumado por la profecía, y deseando proteger a los que cree sus padres, Edipo huye de Corinto decidido a nunca volver. Comienza a vagabundear por Grecia y, en una encrucijada de caminos, encuentra a un extraño, lucha con él y lo mata: es su padre, Layo. Por último, Edipo llega a Tebas en un momento en el que la ciudad es asolada por la Esfinge, que se ha instalado en un risco de las cercanías planteando enigmas a todo el que intenta pasar por allí y aniquilando a quien no le da una respuesta correcta. Edipo, que no tiene hogar y aprecia poco su vida, acepta el desafío de la Esfinge. Cuando consigue resolver el enigma que ésta le plantea, es premiado, convirtiéndose en rey de Tebas y casándose con Yocasta. Muchos años después, cae sobre la ciudad una plaga como castigo por el asesinato impune de Layo. Edipo se ve en la obligación de buscar al asesino y, al revelarse la verdad, se ciega a sí mismo mientras que Yocasta se suicida.
El significado del término «complejo de Edipo» es simbólico. Es una metáfora que alude a otras metáforas gracias a su declarada remisión al mito y a la tragedia. Freud la eligió para esclarecer y vivificar un concepto que desafía cualquier formulación más concisa. Si creyéramos que el término «complejo de Edipo» sólo implica que los niños pequeños desean matar al hombre que saben que es su padre y casarse con la mujer que saben que es su madre, entonces nuestra interpretación descansaría en una extremada simplificación del mito. Después de todo, Edipo no sabía lo que estaba haciendo cuando mató a Layo y se casó con Yocasta, y su mayor deseo era que le fuese imposible perjudicar a quienes consideraba sus padres. Lo que debe sugerirnos este término es la ansiedad y la culpabilidad del niño por sus deseos parricidas e incestuosos, así como las consecuencias de seguir esos deseos
Abrumado por la profecía, y deseando proteger a los que cree sus padres, Edipo huye de Corinto decidido a nunca volver. Comienza a vagabundear por Grecia y, en una encrucijada de caminos, encuentra a un extraño, lucha con él y lo mata: es su padre, Layo. Por último, Edipo llega a Tebas en un momento en el que la ciudad es asolada por la Esfinge, que se ha instalado en un risco de las cercanías planteando enigmas a todo el que intenta pasar por allí y aniquilando a quien no le da una respuesta correcta. Edipo, que no tiene hogar y aprecia poco su vida, acepta el desafío de la Esfinge. Cuando consigue resolver el enigma que ésta le plantea, es premiado, convirtiéndose en rey de Tebas y casándose con Yocasta. Muchos años después, cae sobre la ciudad una plaga como castigo por el asesinato impune de Layo. Edipo se ve en la obligación de buscar al asesino y, al revelarse la verdad, se ciega a sí mismo mientras que Yocasta se suicida.
El significado del término «complejo de Edipo» es simbólico. Es una metáfora que alude a otras metáforas gracias a su declarada remisión al mito y a la tragedia. Freud la eligió para esclarecer y vivificar un concepto que desafía cualquier formulación más concisa. Si creyéramos que el término «complejo de Edipo» sólo implica que los niños pequeños desean matar al hombre que saben que es su padre y casarse con la mujer que saben que es su madre, entonces nuestra interpretación descansaría en una extremada simplificación del mito. Después de todo, Edipo no sabía lo que estaba haciendo cuando mató a Layo y se casó con Yocasta, y su mayor deseo era que le fuese imposible perjudicar a quienes consideraba sus padres. Lo que debe sugerirnos este término es la ansiedad y la culpabilidad del niño por sus deseos parricidas e incestuosos, así como las consecuencias de seguir esos deseos